La fruta en la dieta: mitos y verdades

Ricas en agua, vitaminas, fibra y minerales, las frutas siempre han sido parte esencial de la dieta humana, algunas incluso, contribuyen en los procesos de adelgazamiento y en su mayoría, logran favorecer la adecuada digestión.

Puesto que toda historia tiene dos versiones, el consumo de fruta no ha sido ajeno a diversos comentarios en los que mientras, por una parte, se les promociona como excelentes aliadas de la sana nutrición, por otro lado, se les acusa de aportar demasiadas calorías y de contener niveles demasiado altos de azúcar.

Así pues, entre algunas ideas sin fundamento que crean cierta prevención y otras que, por el contrario, las presentan como absolutamente saludables y aptas para las distintas fases del ser humano, a través de esta entrega revisaremos lo que es cierto y lo que no, sobre las coloridas y siempre refrescantes frutas.

Comer frutas es bueno para la salud

Esto es lo que siempre hemos escuchado decir, tanto a profesionales en la nutrición como a gente del común y es que se trata de un grupo de alimentos ricos en antioxidantes que consiguen proveer de múltiples beneficios al organismo.

Beneficios del consumo de frutas

A partir del consumo regular de frutas, el cuerpo poco a poco empieza a experimentar los siguientes cambios positivos:

• Aportan agua: debido a que su composición principal es justamente el agua, la ingesta de fruta garantiza el acceso a una fuente de agua orgánica, lo que significa que el mencionado líquido se encuentra notablemente provisto de oligoelementos y variados nutrientes.
• Prevención de enfermedades cardiovasculares: de acuerdo a distintas investigaciones, las frutas ricas en potasio y magnesio, son las que actúan como escudo protector del corazón, impidiendo que aparezcan algunos trastornos que interfieren con la adecuada función de este sistema.
• Refuerzan el sistema inmunológico: los resfriados, gripas y demás, son tan solo algunos de los malestares que más se presentan cuando el sistema inmune se desequilibra. Por su alto contenido de antioxidantes y vitaminas, los cítricos y los frutos rojos, se vuelven parte de la solución.
• Favorecen el tránsito intestinal: gracias a la presencia de fibra y agua, las frutas pueden contribuir a la regulación del tránsito intestinal, impidiendo que llegue el estreñimiento e incluso las hemorroides. Para este objetivo, se sugiere la pera, la uva dulce, la mandarina, la papaya, manzana y melón.
• Ayudan a controlar el peso: debido a la baja cantidad de calorías que presentan, a partir de ellas se pueden conseguir postres saludables para comer entre comidas o usarse como complemento de los platos principales. Adicionalmente, la presencia de agua y fibra ocasionan un efecto de saciedad.
• Depuran el cuerpo: a partir del consumo de fruta, se estimula en el organismo la eliminación de toxinas y deshechos que se van acumulando casi que sin darnos cuenta.

Efectos negativos de las frutas en la dieta

Básicamente, se afirma que la fruta puede ser nociva para la salud argumentando que el alto contenido de fructosa ocasiona efectos metabólicos bastante dañinos. Sin embargo, lo que se pasa por alto, es que hay que revisar primero las cantidades que se ingieren para emitir dicha afirmación, ya que lo cierto es, que una fruta entera que se consiga en el mercado, nunca va a tener los niveles alarmantes de dicho componente.

Cabe señalar que existen casos de personas con intolerancia a la fructosa, que por obvias razones deben evitar las frutas ya que se exponen a reacciones negativas.

Falsas creencias sobre las frutas

Quienes se privan de pedir Herbalife online productos a base de fruta debido a los mitos que circulan en redes y en la cotidianidad, deben saber que las siguientes afirmaciones se alejan por completo de la realidad:

• Comer fruta en la noche engorda: es algo definitivamente falso, pues la verdad es que cualquier hora es buena para ingerir este alimento. Las frutas siempre tendrán el mismo aporte calórico, así que se trata más que nada del metabolismo de cada quien lo que podría influir para que se llegara a modificar el peso.
• Las frutas pueden ocasionar diabetes: algunas personas limitan el consumo de fruta, pensando que así se exponen menos a presentar esta enfermedad. Lo cierto es que nada tiene que ver, pues incluso a los pacientes con diabetes, se les incluye la fruta como parte de su alimentación diaria.
• Tanto el banano como el aguacate engordan: puesto que el primero contiene hidratos de carbono y el segundo grasa, se suele decir que lo mejor es eliminarlos de las dietas para perder peso. Nada más equivocado, pues se pueden seguir comiendo siempre y cuando se combinen adecuadamente con los otros ingredientes que hacen parte del plato.
• Es lo mismo tomar el zumo que comer la fruta entera: esto es algo falso, cuando se mastica la fruta es cuando se puede conseguir realmente la sensación de saciedad, además cuando se prepara el zumo, el aporte de la fibra suele disminuir.
• Las frutas se comen sin piel: aquí es necesario mencionar que dependen del caso, pues siempre que se pueda comer la piel, es bueno hacerlo ya que ésta dispone de un aporte importante de fibra que no tendría por qué ser desechado.

¿Existe una hora ideal para comerlas?

A pesar de lo mucho que se pueda llegar a decir al respecto, no existe un momento del día mejor que otro para comer fruta, pues se mantiene la virtud de que siempre será de muy fácil digestión.

Quienes afirman que lo mejor es dejarlas para la mañana o las medias nueves, sustentan la afirmación, explicando que, por el proceso de fermentación, el cuerpo se beneficia más si se ingieren en este horario.

Por otra parte, están los que insisten en que lo más adecuado es consumirlas después de las comidas en reemplazo del típico postre calórico, pues el sabor de por si dulce y la masticación propia de la ingesta, contribuyen a reducir la ansiedad.

En lo que, si se coincide bastante, es que lo propio es distribuir las porciones de fruta a lo largo del día en lugar de comer grandes cantidades en una única comida.

Las mejores frutas para consumir

Posicionar una fruta como mejor que otra es algo bastante complejo, pues cada una en función de sus componentes, representa beneficios diferentes y puede ajustarse mejor según el objetivo.

Las fresas, por ejemplo, son recomendadas para fortalecer el sistema inmune y regular el tránsito intestinal, los bananos o plátanos por su parte, son una grandiosa fuente de energía, mientras que la sandía es el as bajo la manga para hacerle frente a la retención de líquidos.

La vitamina C propia del kiwi, tiene un efecto anti envejecimiento que transforma a esta fruta en uno de los grandes secretos para tener una piel radiante y de aspecto juvenil. En cuanto a frutas para combatir la gastritis, tenemos la papaya, la pera, el durazno y la manzana.

Finalmente, durante la gestación, se suele hacer énfasis en el consumo de ciruelas, frambuesas y melocotones debido a sus vitaminas y nutrientes. La sandia y el melón se mantienen como las preferidas, por la alta cantidad de ácido fólico de la que disponen, vitamina que como bien se sabe, ayuda a prevenir defectos congénitos en el bebé y de ser el caso, a controlar la hipertensión en la embarazada.